¿Por qué necesitas una identidad de marca?

¿Recuerdas el juego del Tabú?*, ¿Aquel en que tenías que ayudar a tu pareja a adivinar una palabra clave sin mencionar las palabras prohibidas? Pues vamos a hacer un ejercicio similar. Imaginemos que en la cartita del juego aparece el concepto “identidad corporativa”. ¿Qué palabra crees que estaría seguro entra las prohibidas?  

Es probable que hayas pensado en diseño, en marketing o tal vez en logotipo. ¡Bingo! El logo es el elemento más solicitado dentro del universo de la identidad de marca. Tiene lógica. Vivimos en un entorno cada vez más visual y el logotipo es, sin duda, muy importante para la imagen de tu marca o servicio. También puede ser un primer paso a la hora de construir la identidad de tu proyecto, pero si de verdad quieres conectar con tu audiencia el “solo necesito un logo” se quedará corto.

Mucho más que un logo

Tu marca, proyecto o servicio necesitará muchos más elementos para transmitir su personalidad. Piensa por ejemplo en Veja, la marca de zapatos ecológicos de moda con una imagen muy reconocible. ¿Qué te viene a la cabeza a parte de la gran V que conforma su logo? Tal vez diseño, innovación, sostenibilidad, veganismo, minimalismo y otras muchas ideas que han sido creadas alrededor de la marca para configurar su identidad. Para que hoy puedas hacer estas asociaciones, la empresa ha tenido que desarrollar una identidad corporativa coherente que, a grosso modo, se podría dividir en dos categorías: 

Identidad verbal (storytelling)

La identidad verbal o storytelling de una marca engloba todos los mensajes que genera a través de diferentes canales. Un buen “relato” de marca es clave para definir la comunicación entre la empresa y el público. Es la percepción que tendrán de tus productos o servicios, la forma de explicar por qué te tendrían que elegir a ti y no a la competencia.

“Es imposible que una marca no comunique nada de nada”, dice Guillaume Lamarre en su obra Storytelling como estrategia de comunicación. Por esto, es tan importante trabajar el storytelling, tomar el control de lo que quieres transmitir y hacer que toda la identidad de marca se enfoque hacia estos mensajes. Si ya tienes una idea de negocio en mente, el primer paso para crear un storytelling efectivo es identificar el conflicto y la solución que ofreces. Luego ya pensarás en el cómo y en el valor añadido que aporta tu marca.

Volvamos a las zapatillas Veja:

¿Cuál podría ser el problema en una sola frase?
Estamos destruyendo el planeta.

¿Y la solución (o granito de arena) que podemos aportar como marca?
Zapatillas hechas con material reciclado y sin materiales ni derivados de origen animal.

Foto: Veja

Bien, ya tienes un punto de partida. Ahora piensa qué más puede aportar tu marca y qué la diferencia de las demás (su valor añadido). En el caso de Veja, aquí entrarían factores como la obtención de la materia prima, la comodidad, el diseño minimalista y urbano y otros (hipotéticos) atributos de la marca. Cuando ya tengas claro tu relato, todo el contenido que generes tendrá que girar alrededor de estos mensajes. Si lo haces de forma creativa, mucho mejor. Y si además tienes una identidad visual que refleja esta comunicación, entonces ya es la bomba.  

Identidad visual

La identidad visual incluye todos los elementos visuales de tu marca: el logotipo en sus diferentes versiones, los colores, la tipografía y demás componentes que definen el diseño corporativo. El objetivo de la identidad visual es, como en el storytelling, reforzar tus mensajes y valores, además de hacer que tu marca sea atractiva y fácilmente reconocible.

Una marca con un diseño bonito y coherente con todas las comunicaciones de la empresa es una marca que genera confianza, que aporta valor y que, en el mejor de los casos, despierta un deseo. El objetivo final de crear una buena identidad de marca es conseguir que tu público ideal se identifique con ella. No se trata de vender humo, al contrario. Se trata de ser honesto, comunicar qué soluciones ofreces y generar un diálogo con las personas que comparten tus valores, gustos y necesidades.

Dentro de la identidad visual también se incluye el diseño web, diseño de newsletters, plantillas de documentos, tarjetas de visita, e-books… Los recursos que puedes crear para comunicarte con tu público son casi infinitos, pero todos ellos deben tener algo en común: coherencia. Texto y diseño deben ir de la mano. De no ser así, estaremos transmitiendo desorden y confusión.

Si eres emprendedor/a y estás empezando a comunicar tu marca o proyecto, puedes hacerlo poco a poco. Antes de pedir un logo “porque sí”, merece la pena pensar en qué quieres transmitir para que todas las futuras comunicaciones respiren la esencia de tu marca. Es decir, las soluciones que ofreces, tus valores, tu personalidad.

Como ves, la identidad de marca es muy importante. Por eso, si no llegas a todo o necesitas una mano, déjate ayudar por profesionales.

→ Para aquell@s que nunca habéis jugado al tabú, las palabras prohibidas eran sinónimos o conceptos comúnmente asociados con una palabra que se mostraba en una carta, por lo que el jugador tenía que intentar que su pareja adivinara la palabra, describiéndola sin utilizar las palabras prohibidas y en un tiempo limitado.