Newlstters: ¿spam o nuevo romanticismo?

Buenas prácticas para enviar newsletters que enamoren

 

Photo by Moyo Studio / Mockup by Estudi Neva

Que el mail sobreviva es casi un milagro. En un mundo de aplicaciones hiper-instantáneas, breves y efímeras, el mail permanece silencioso entre el vaivén de modas digitales para darnos un respiro. Nos referimos sobre todo al mail personal (el de trabajo ya es otra cosa). El correo electrónico nos libera, de algún modo, de ese tic maniático de tener que responder a todos los estímulos de forma inmediata. Algunas enviamos mails personales casi como un acto de fe. Como quién comenta en Facebook, vamos.  Nunca sabrás si obtendrás respuesta o si aquella cuenta o dirección todavía es válida. ¿Quién no conoce a alguien que sigue fiel a su @hotmail o incluso @yahoo?

El caso es que cuando te responden o recibes un mail inesperado hace muchísima ilusión. Casi tanta como recibir una carta. Porque hasta cierto punto ambos “correos” tienen un componente romántico. Un “me he tomado mi tiempo para pensar qué y cómo te lo digo”. Además, requieren un mínimo de reflexión y de formas: un saludo, una despedida, una firma... Esta dedicación no existe en un chat de whatsapp, ni con su hermana perezosa, la nota de voz. Pero no todo son “flors y violes” como decimos por aquí. El email y más concretamente las newsletters tienen una sombra oscura que se ha convertido en su mayor lastre: el spam.


La sombra del spam

La RAE define spam como “correo basura”, es decir “correo electrónico de distribución masiva y contenido normalmente publicitario o malicioso, que se recibe sin haberlo solicitado”. Por supuesto, nadie quiere asociarse con la palabra “basura”, por lo que las buenas prácticas son imprescindibles para que una newsletter, por muy consentida que sea, no acabe con sus colegas más “sucios” (el auténtico spam al que, por supuesto, nunca le has dado permiso para enviarte nada).

Personalmente, nos encantan las newsletters. Creemos que son mucho más que una herramienta de marketing. En una newsletter o boletín electrónico confluyen diseño, storytelling y estrategia porque, al final, el efecto esperado es el mismo que recibir una postal: “Oh, ¡Qué bonito! Cuéntame tus novedades”. Sí, también hay llamados a la acción porque, en esencia, una newsletter tiene que seducir, tiene que invitarte a hacer clic, querer saber más. Pero sobre todo una newsletter tiene que aportar. Puede ser un contenido interesante o exclusivo (conocimiento, reflexiones), un regalo, un descuento, una recomendación, una novedad, ALGO. Y ¡cuidado con el exceso de promociones! El equilibrio será clave para no acabar en la temida carpeta del spam. La norma es clara: para fidelizar hay que dar.


Buenas prácticas para que tu newsletter no acabe en spam

Vale, vamos al grano. Éste es nuestro TOP 10 de buenas prácticas para que tus suscriptores dejen el feed de Instagram para leer tu newsletter:

  1. No es no. El consentimiento es clave para empezar con buen pie, siempre. Por eso, solo puedes enviar newsletters a las personas que te hayan dado su consentimiento de forma explícita. Además, la opción de darse de baja siempre tiene que estar presente y de forma bien visible por si alguien cambia de opinión o recibe tu newsletter por error.

    A nivel técnico, debes activar la opción “double opt-in” para que los recipientes confirmen dos veces que quieren recibir tu contenido. Esta opción es la más legal y, aunque a priori verás que pierdes muchos contactos por el camino, es la forma de tener una base de datos a quien realmente le interesas. PS. Sabemos lo que estás pensando: con amigos y familiares bien avenidos quizás puedes saltarte el double opt-in 😉.

  2. Cuéntame algo que no sepa: piensa qué vas a contar y sobre todo piensa en las personas que van a recibir tu newsletter para ofrecerles contenido atractivo. Hay muchos tipos de newsletters pero, aunque te apetezca compartir una reflexión más o menos larga, no te olvides de incluir títulos o destacados atractivos para fomentar su lectura. También puedes optar por la opción más habitual: textos breves con botones o CTAs (calls to action) que enlacen a contenidos de blog o landing pages. De esta forma la newsletter se convierte en un mini diario digital donde el lector puede ver los titulares y hacer clic para ampliar información. Un consejo: cuidado con abusar de los botones “saber más”, “más info”, etc. Seguro que se te ocurren fórmulas más precisas y creativas.

  3. Sé cercano/a: A nadie le gusta empezar el día con un mail frío y distante. ¡Para eso, ya están los mensajes de tu ex! 😉 Intenta encontrar un tono natural que encaje con tu público. Relee el texto una y otra vez hasta que suene amable y cercano, como si entre tú y tu audiencia no hubiera una pantalla de por medio. Y, por favor, elige un tratamiento (de tú o de “usted” en negocios muy formales) y mantenlo a lo largo de todas las comunicaciones.

  4. Crea un “asunto” atractivo: el “asunto” del mail es clave para conseguir aperturas. Busca una frase atractiva y concisa que resuma la esencia de tu campaña. Se creativo, utiliza emojis si hace falta (sin pasarse). No es lo mismo recibir un email con el asunto: “Resumen del año de la empresa X” que “Nuestro año en 5 memes + regalo de Navidad para ti”. ¿Qué email abrirías antes?

  5. Haz que entre por la vista: cuando tienes claro el tipo de contenido que enviarás, es hora de pensar en el diseño. Tener una buena plantilla acorde con el look & feel de tu marca es clave para que tu audiencia te identifique fácilmente y cree un vínculo contigo. El diseño también debe destacar y jerarquizar los contenidos más importantes de la newsletter y asegurarse de que éstos se ven bien tanto en PC como en responsive (móvil y tablet).

  6. Ten detalles con tu audiencia: puedes ofrecer un contenido gratuito de vez en cuando, un descuento exclusivo para tus suscriptores o incluso organizar algún evento presencial para tu comunidad.

  7. Segmenta tu audiencia: Si tienes una audiencia más o menos grande, es difícil que todos sus miembros tengan los mismos intereses. Por eso, la segmentación por grupos es clave para ofrecer un contenido más personalizado. En nuestro caso, segmentamos, como mínimo, por idioma, de forma que nuestra audiencia pueda elegir si recibir la newsletter en catalán o castellano.

  8. Observa las estadísticas para ajustar el contenido: la mayoría de los programas de mailing (Mailchimp, Mailerlite…) ofrecen estadísticas de cada campaña que envíes (índice de aperturas, clics, etc.). Éstas pueden ser muy útiles para identificar qué tipo de contenidos generan más interés y ayudarte a mejorar la eficiencia de las siguientes campañas.

  9. Planifica tu frecuencia de envío: puede haber variaciones en función de la actualidad, pero establecer una frecuencia regular ayuda a fidelizar a tu audiencia. Nuestra recomendación es que empieces poco a poco. Una vez al mes es un buen inicio. Más adelante, si vez que funciona, puedes optar por una newsletter quincenal. También dependerá de tu tipo de negocio. Para e-commerce, por ejemplo, la frecuencia suele ser más alta.

  10. Aspectos técnicos que importan: detalles como hacer que los botones o CTAs se habrán en una ventana nueva o reducir el tamaño de las imágenes o GIFs para que se carguen rápido son pequeños detalles que importan.

Y de la teoría, es momento de pasar a la práctica. Este otoño ha sido muy productivo en cuanto a newsletters de nuestras clientas. Y, como no, queremos compartirlas contigo.

A continuación, os dejamos una muestra de 4 boletines electrónicos que hemos diseñado y enviado en las últimas semanas.


Si ves estas newsletters y piensas: “yo también quiero”, estaremos encantadas de diseñar y crear el contenido de tus campañas de email marketing. ¡Larga vida al email!

 
NEVA Design & Storytelling

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