2 marcas independientes con un mismo hilo conductor

Cuando nos contactó, Irene estaba a punto de lanzar su taller de cerámica y a la vez continuaba con sus proyectos personales vinculados a la poesía y la fotografía. En aquel momento necesitaba dos identidades visuales: una para su taller y otra para su marca personal. Tenían que ser lo suficientemente diferentes para no mezclarse entre sí y a la vez tener puntos en común que se identificaran con su personalidad, por lo que era necesario indagar en el universo de Irene. 

Partir de una anécdota de la infancia

Irene nos contó que de pequeña solía firmar de una forma muy particular: las letras “E” de su nombres las hacía con 5 palitos en vez de 3. Este detalle, que ya reflejaba su personalidad artística, nos pareció tan entrañable que entre todas decidimos que tenía que formar parte de su identidad de marca. Además, queríamos huir de artificios y transmitir la esencia minimalista y elegante de sus proyectos, por eso nos decantamos por una paleta cromática en blanco y negro y creamos ilustraciones que reflejaran su mundo, donde no pueden faltar las flores secas, la cerámica y las prendas holgadas.

Una marca personal con mucho carácter

Desarrollamos una identidad de marca personal con el logotipo principal y sello de la E de “5 palitos”, paleta de colores y la misma tipografía que utilizamos para la identidad de su taller de cerámica. Además, creamos una ilustración de Irene y adaptamos el diseño a postales corporativas y tarjetas de visita. 

El resultado es una identidad versátil que se puede implementar en su formato más minimalista (logo y tipografía) o ampliar con una ilustración que aporta un plus de personalidad al conjunto. Pero lo más importante es que Irene ya puede comunicar sus diferentes vertientes artísticas sin mezclar proyectos entre sí y, al mismo tiempo, asegurarse que sus dos marcas (personal y corporativa) tienen un nexo de unión: comparten tipografía e ilustraciones de estilo artesanal.